martes, 11 de noviembre de 2014

TOBARRA. NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN


 
Tobarra tiene como patrona a la Virgen de la Encarnación, que se venera en su Santuario, junto al patrón de Tobarra el Santísimo Cristo de la Antigua; dicho santuario puede ser la Ermita de Santa María que citan las fuentes antiguas.

DEVOCIÓN.

Según el escrito de José Leandro Martínez Cardós – Ruíz, nos dice que el culto y devoción a la Encarnación fue instituido por los franciscanos, ya que a lo largo del siglo XVII, se fundaron en el reino de Murcia, diecinueve conventos de esta orden, incluido el de Tobarra.


Hasta el siglo XVII, se tuvo por patrona de la villa o uno de sus cuarteles a Santa Victoria. La tradición decía que había sido martirizada en el pueblo.


Sin embargo, en 1732, en el Capitulo provincial habido en el convento de Mula ya se habla de la Ermita de la Encarnación de Tobarra. Y Fray Agustín José Sevilla, ministro provincial de la provincia franciscana de Cartagena entre 1757 y 1760 que, acabado su provincialato, se quedó como morador de dicho Convento, hasta su muerte en 1770; menciona como patrona del pueblo a la Virgen de la Encarnación en 1769.

En Tobarra, la solución vino, en fecha indeterminada, con el asentamiento a favor del Convento de determinadas tierras, entre ellas la encomienda de la Iglesia -quizás derruida o en muy mal estado- de Santa María.

Sea como fuere, lo cierto es que la Iglesia fue remozada y de ella se cuidaron los observantes. En aquellos tiempos, la penetración de los franciscanos iba
además acompañada con la introducción de un culto ajeno a la zona: la Encarnación. Los casos de dedicaciones de templos a esta advocación por parte de los franciscanos son numerosos: Yeste, Mula, Jumilla; Cieza, Molinicos,...El por qué de la singular advocación no está esclarecido. Lo cierto es que la orden de los padres menores se afanó arduamente por extender el culto. Así lo atestigua la labor del franciscano Pedro Botía en la corte. En el caso de Tobarra, la ermita remozada bajo la encomienda del Convento quedó bajo la advocación y pasó a cobijar a la Virgen de la Encarnación. La nueva Virgen, precedida por un rimero de milagrosas intervenciones en otros lugares y ayudada por las nuevas modas estéticas de las figuras policromadas, se hizo muy atractiva para el pueblo y poco a poco desplazó a Santa Victoria.

La Virgen de la encarnación aparecerá como patrona del pueblo y protectora de la villa en 1769 hasta la actualidad.

 
IMAGEN.
Para empezar, habría que hablar de dicha advocación de María: en ella se la representa en el momento en que el arcángel Gabriel se aparece ante ella para anunciarle su próxima maternidad. La encarnación es el momento en el que el Verbo Divino toma carne humana en la persona de Jesús. Dicha narración aparece en el Evangelio de Lucas, así como algunos evangelios apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago
.

El arcángel se representa de pie, o volando, a veces llevando un ramo de azucenas blancas, símbolo de virginidad, y María, rezando ante un libro.



Se cree que la talla o imagen de la Virgen de la Encarnación, no siempre fue así, al menos por el grabado de Juan Bautista Láriz (1768-1804) en el que aparece la Virgen de una forma totalmente diferente a como lo es en la actualidad: de vestir, y con el Niño Jesús en sus brazos. Y que dice en el lo siguiente:



"Verdadero Retrato de María de la Encarnación, que se venera en su propia Iglesia Parroquial Antigua en el Castillo de la muy noble Villa de Tobarra. Rezando una Salve se ganan 80 días de Indulgencias concedidos por los Ilustrísimos señores Obispos D. Juan Mateo y D. Fray Lucas Ramírez. Murcia año 1784".

Se cree y se piensa que dicha imagen podría haber sido destruida durante la invasión francesa, siendo reemplazada después de la invasión por una copia de la que el discípulo de Salzillo, Roque López esculpiera en 1798 para La Raya (Murcia), pedanía de la que también es patrona.

Imagen que a su vez se inspiraría en 
la Anunciación del Belén que Salzillo (junto con Roque López y otros miembros del taller) realizara para Jesualdo Riquelme y Fontes (1776-1800).


Del nuevo grupo conocemos su aspecto gracias a varias fotos, como la donada al Santuario por José Cifuentes Martínez y José Cifuentes Mollar:


En este grupo escultórico, María aparece de rodillas ante un libro abierto sobre un atril. Mira hacia abajo y cruza los brazos en actitud de aceptar su destino con sumisión. Frente a ella, Gabriel, con las alas desplegadas y volando sobre una nube, le señala el cielo con su mano derecha.

En su Catálogo Monumental de la Provincia de Albacete (1912), Rodrigo Amador de los Ríos cita "el paso de la Salutación del Ángel á María, grupo escultórico del siglo XVIII" y sus "lujosas andas", que más adelante, en una nota a pie de página se nos informa de estas que:

"En uno de los postes ó machones de la Ermita, y dentro de un marco, se hace constar que labró las andas del paso de la Salutación, el maestro Mariano Garrigós García (escultor y tallista murciano), quien cobró 4000 r.s por ellas en Mayo de 1880."


Así, si bien no conocemos quien fue el autor de la copia del grupo original de Roque López, ya tenemos el autor de las andas, el precio y la fecha de la realización de las mismas.


El grupo escultórico y trono fueron destruidos en 1936, tras la Guerra se realizan gestiones oportunas para traer la nueva imagen y trono en la que participaron José Ruiz Parras y Francisco Martínez García y que fue sufragada por los donativos que dio el pueblo de Tobarra, siendo una réplica de los anteriores a 1936, siendo el valenciano José Díes López, su escultor y llegando a Tobarra el dia 18 de abril de 1950.



TRONO.
El trono, de estilo neogótico, está formado por tres cuerpos de forma octogonal, siendo los lados de las esquinas más cortos. Sobre el cuerpo en el que se sitúan los varales se levanta otro mucho más pequeño, pero más alto, decorado con dos arcos apuntados en los frontales y uno solo en los lados menores. Debajo de cada uno de los arcos aparece un elemento de la simbología mariana: la torre, la palmera, el ciprés,...
El cuerpo superior, sobre el que se asientan las imágenes y la peana del atril, es más ancho que el anterior. Las esquinas tanto del inferior como del superior aparecen decoradas con chapiteles.

En el artículo "La práctica de la restauración" que publicó el dominical de la Tribuna aparecen descritos así los elementos empleados en su realización:


"El conjunto está realizado en madera de pino, con aparejo, policromía y estofadas sobre oro fino. La factura es de gran calidad, de facciones suaves y detalles decorativos muy cuidados.
El aparejo es una capa compuesta básicamente de sulfato de cal, y cola de conejo que se sitúa entre la madera y bajo la policromía o el dorado.
Una de las funciones de esta capa es retener la humedad, y hacer de puente-unión entre dos materiales distintos como son la madera y el oro, o el color. A partir del siglo XVIII es muy utilizada la técnica y el estofado, que consiste en dar un color sobre el oro bruñido y raer con la punta de un garfio formando diferentes líneas para que se descubra el oro y haga reflejos entre los colores con que se pintó. Crea un efecto de "bordado" ".


Con los años, tanto las imágenes y el trono acumulan repintes, se oxidan los barnices, hay faltas de tallas y oro, ennegrecen con el humo,... así que se procede a su restauración por la empresa Antícoli. La imagen desfiló ya restaurada en 1998.


FESTIVIDADES.
La fiesta de la Encarnación se celebra el 25 de marzo, en la que se organiza por parte de la hermandad de los patronos una hermosa eucaristía en su honor.

Por último tengo que comentar que Tobarra celebra sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Encarnación y el Cristo de la Antigua durante tres fines de semana del mes de mayo. El primer domingo se procede a bajar a los Patronos del Santuario a la Iglesia de la Asunción de Ntra. Sra. tras las tradicionales pujas; el segundo es la ofrenda de flores a la Virgen, y al sábado siguiente se procesiona a los Patronos por el pueblo para luego subirlos de nuevo a su morada.

Música de fondo: Marcha procesional Nuestra Señora de la Encarnación - Pedro Braña Martínez

sábado, 1 de noviembre de 2014

ALCARAZ. NUESTRA SEÑORA DE CORTES

Música de fondo: "LOS MAYOS".
 
 
 
IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE CORTES, TALLA DE MADERA DEL SIGLO Xlll.
La historia de Nuestra Señora de Cortes.

Hace 8 siglos, el día 1 de Mayo de 1222, recoge la tradición que un pastor de nombre Francisco Álvarez, natural de la vecina aldea de Solanilla, pastaba con su rebaño de ovejas cuando éstas, después de un gran estruendo, se alborotaron y también con ellas los perros y demás animales. Francisco, como buen pastor, acudió con presteza a apacentarlas, siendo para él sobrecogedor lo que pudo ver. En una encina flotaba una nube de la que salía una luz brillante, y de ella unos relámpagos de luz que le hicieron caer en tierra, cegado. Mayor admiración le provocó oír la música celestial de los ángeles que escoltaban, en el tronco de la encina, a la Santísima Virgen María. El relato continúa  diciendo que cuando el pastor Francisco Álvarez se repuso del "susto" y la imagen de la Virgen María se dirigió a él diciendo: "Cobra esfuerzo y desecha el temor. Yo soy la Virgen María, Madre del Redentor del Mundo. Irás a Alcaraz y significarás cómo me he aparecido en esta encina, y que es mi voluntad que me edifiquen en este lugar un templo y casa de oración, donde mis devotos me ofrezcan sus votos y dones, y que este lugar sea tenido por santo, en el cual obrará Dios milagros y hará muchas misericordias con los que veneren y reverencien esta imagen mía, por haber estado oculta en el hueco de esta encina desde la pérdida de España". Después de estas palabras el pastor obedeció, y a la vez quedó curado de la manquedad que padecía de nacimiento, cosa que cuando llegó al pueblo y contó lo que había visto y oído de la Imagen de la Virgen María, se creyó en la veracidad de sus palabras, aunque no estuvo exento de burlas y incredulidad, ya que pensaban los habitantes de Alcaraz que era una estrategia bélica de los moriscos que aun andaban por la frontera. Algunos emisarios acudieron a ver lo ocurrido y verdaderamente allí se encontró la Sagrada Imagen. Volvieron con ella en romería a Alcaraz a la Iglesia de Santa María, y misteriosamente, como suele ocurrir en las leyendas de esta época, la imagen volvió al día siguiente al lugar donde apareció; desde entonces se empezó en ese mismo lugar la construcción de una ermita que es el origen del Santuario actual.
 
La talla
La imagen original de la Virgen de Cortes aún hoy se conserva y se cree, con toda probabilidad, que es la talla más antigua que se venera en la provincia de Albacete. Recientemente ha sido restaurada (2010), y gracias a esa restauración podemos ver que es una escultura románica, de los últimos años del siglo XII; pudo llegar a Alcaraz en los años previos a la conquista cristiana.
La imagen es de madera, de una sola pieza, con una altura de 97 cm y se encuentra encima de una peana. Es de tipo sedente y la Virgen lleva al Niño desplazado a la izquierda, no se perciben rasgos de comunicación entre ambos. Tiene un brazo mutilado, en el que probablemente sostendría una fruta, como la mayoría de las imágenes de este estilo.


Hoy en día no se muestra a los fieles tal y como es, sino que se nos presenta como una imagen de vestir, con lo indumentaria superpuesta a la talla de madera. Esto fue a causa de la corriente que surgió en el siglo XVI, periodo del barroco donde la mayoría de las Imágenes de la Virgen se vestían y recubrían de ornamentos y joyas; por este motivo y para una mejor estética, se le mutiló una mano y se añadió una peana para hacer la imagen más alta, junto con unas manos que no son las originales.
Lo que podemos observar hoy de la talla original, debido a la evolución iconografía, y a pesar de estar revestida con bonitos y ricos vestidos, ráfagas, rostrillo y corona, es la cara de la Virgen y la del Niño.

Tradición y culto
A lo largo de los siglos han sido muchas las personas que han visitado el Santuario de la Virgen María de Cortes; los más destacables son Alfonso X el Sabio y su suegro, también rey Jaime I de Aragón que en 1265 se reunieron en este lugar para delimitar los terrenos de la conquista, aquí celebraron cortes y, por este motivo, el lugar y la advocación de la Virgen tomaron el nombre de Cortes. Según cuenta la tradición, ambos monarcas son informados de la aparición de la Virgen y deciden dar unas compensaciones económicas para la mejora de la ermita existente y para construir una hospedería, dado el número de peregrinos que se acercaban por aquel entonces. También concedieron privilegios a los frailes trinitarios que regentaron la ermita por muchos años. Actualmente se encargan del Santuario las Hermanas Dominicas.
Son de destacar las visitas que en peregrinación como la de Santo Tomás de Villanueva, Isabel la Católica, Alfonso X el Sabio, Alfonso XI el Justiciero, San Juan de Ávila, Fray Fermín de Alcaraz obispo de Cuenca, Francisco de Quevedo, entre otros muchos personajes ilustres españoles de distintas épocas.

Imagen del interior del Santuario, al fondo el camarín de la Virgen.
 
Su solemne coronación tuvo lugar el 1 de Mayo de 1922, por manos del obispo auxiliar de Toledo, a cuya diócesis pertenecía la jurisdicción del Santuario por aquel entonces. Después sufrió otros avatares, como el de la Guerra Civil, que gracias a la Hermanas Franciscanas, que la escondieron en el sótano del convento, no sufrió daño alguno, a pesar de que algunos milicianos tenían orden de hacerle algún daño. No corrieron tanta suerte algunos de sus ornamentos.
Todos los años se cantan los típicos Mayos, tradición que se remonta en el pueblo de Alcaraz a varios siglos de antigüedad. Son los Mayos un elemento intrínseco del folklore alcaraceño: el día 30 de Abril se canta en la plaza mayor de Alcaraz donde hay una asistencia multitudinaria, el día 1 de Mayo se vuelven a entonar en el Santuario que dista del pueblo de Alcaraz a unos 6 km aproximadamente, después de una corta procesión con la Santa Imagen de Nuestra Señora de Cortes en la inmediaciones. El día grande de sus fiestas y que más raigambre tiene en la zona es el día 26 de Agosto, que se traslada en procesión acompañada de miles de fieles, desde el Santuario hasta la Iglesia de la Santísima Trinidad de Alcaraz. Durante el trayecto se le dan las típicas carreras y al llegar al casco antiguo del pueblo de Alcaraz, se encuentra allí con Jesús de los Faroles; ambas imágenes recorren juntas el camino hasta llegar a la iglesia, corriendo por la calle mayor del pueblo. Durante los 15 días en los que permanece en la iglesia, se le hace una novena y multitud de misas, teniendo lugar el día 8 de septiembre, día de su onomástica, el acto final de despedía del pueblo con la misa del alba.
Durante todo el año está abierto al culto el Santuario: los domingos sobre todo, cuando se congregan cientos de personas en la Santa Misa. Es costumbre ver muchas personas que vienen andando desde los pueblos cercanos como Povedilla, Viveros, Villapalacios e incluso desde la capital de la provincia, Albacete, que se encuentra a unos 90 Km.